En un acto lleno de fe y devoción, los habitantes de la comisaría de Kikil participaron ayer al mediodía en la Misa de la Luz, seguida por una procesión que llevó la imagen de la Virgen de la Candelaria por las calles de la localidad. Este evento anual congregó a miles de católicos, quienes se unieron en la plaza más grande de la comunidad para rendir homenaje a su patrona.
El párroco Pedro Echeverría López destacó la importancia de participar en esta celebración con fe y guiados por el Espíritu Santo, haciendo referencia al relato de Simeón en Jerusalén. En sus palabras, resaltó la conexión espiritual que se establece al acudir a la misa con una motivación profunda, permitiendo reconocer los signos y señales de Dios en la vida de cada individuo.
«Cuando uno acude a misa movido y guiado por el Espíritu Santo, como Simeón y Ana, puede reconocer los signos y las señales de Dios en nuestra vida. Cada uno asiste por razones diferentes, pero siempre debe ser motivado por el Espíritu Santo, porque solo así puede existir el encuentro con Jesús», expresó el párroco.
La ceremonia litúrgica, que transformó la antigua iglesia para este evento especial, atrajo a decenas de feligreses. Al concluir la misa, la imagen de la patrona fue colocada en una carreta bellamente decorada, seguida por los devotos que llevaron velas en sus manos como símbolo de la luz que representa la Virgen de la Candelaria.
La procesión recorrió las calles de la comunidad, encabezada por el sacerdote, el comisario municipal Feliciano Montalvo, y la embajadora de los festejos, Valeria Cocom Palomo. Los estandartes y ramilletes de los grupos de gremios también formaron parte esencial de esta manifestación religiosa, rindiendo honor a la patrona de la comunidad.
El comisario municipal destacó que, como parte de las festividades, se llevará a cabo un concurso de lazo femenil el sábado a las 4 de la tarde. Aseguró que se han tomado todas las precauciones para garantizar la seguridad de los participantes y de los animales de la región, enfatizando que no se trata de un torneo de lazo convencional, sino de un evento reglamentado.
Además, el sábado contará con un baile en la cancha municipal, mientras que el domingo se llevará a cabo una charlotada en el ruedo, seguida de una tardeada musical con venta de antojitos regionales y la tradicional presencia del carnero asado. Estas actividades, que complementan la celebración religiosa, reflejan la rica tradición cultural y social de la comunidad de Kikil.